26.2 : La nariz y la cavidad nasal

La nariz está compuesta por un segmento externo observable (nariz externa) y un segmento interno dentro del cráneo conocido como cavidad nasal (nariz interna). La nariz externa, visible en la cara, consta de un armazón de hueso y cartílago hialino envuelto en piel y músculo y revestido por una membrana mucosa. Esta estructura está sostenida por el hueso frontal, los huesos nasales y el hueso maxilar y se complementa con un armazón cartilaginoso que comprende el cartílago nasal septal, el cartílago nasal lateral y el cartílago alar. La flexibilidad de la nariz externa se debe a su composición de cartílago hialino. Las fosas nasales, o narinas externas, proporcionan entrada a los vestíbulos nasales. Las estructuras internas de la nariz realizan tres funciones esenciales: acondicionar el aire entrante, detectar olores y modificar las vibraciones del habla a medida que resuenan a través de las grandes cámaras de resonancia, contribuyendo así a nuestra comunicación. La cavidad nasal, la nariz interna, es un espacio amplio en la cara anterior del cráneo, inferior al hueso nasal y superior a la cavidad oral, revestido de músculo y membrana mucosa. Esta cavidad está dividida en lados derecho e izquierdo por el tabique nasal. Los conductos de los senos paranasales y los conductos nasolagrimales desembocan en la cavidad nasal. Los senos paranasales son áreas huecas en huesos craneales y faciales específicos que se conectan con la cavidad nasal y producen moco. Los huesos que forman las paredes laterales de la nariz interna son el etmoides, el maxilar superior, el lagrimal, el palatino y los cornetes nasales inferiores. 

La estructura ósea y cartilaginosa de la nariz asegura la apertura sin obstrucciones del vestíbulo y la cavidad nasal. La cavidad nasal se divide en una región respiratoria inferior más grande y una región olfatoria superior más pequeña. La región respiratoria está revestida de epitelio respiratorio. El aire inhalado pasa primero por el vestíbulo nasal, revestido por una piel que contiene pelos gruesos que filtran las partículas de polvo de gran tamaño. Los cornetes dividen la cavidad nasal en surcos, que aumentan la superficie interna de la nariz y evitan la deshidratación. El aire inhalado, calentado, circula por los cornetes y los meatos, humedecido por el moco secretado por las células caliciformes. Las partículas de polvo quedan atrapadas en el moco, que los cilios desplazan hacia la faringe, lo que permite tragarlas o expulsarlas. El epitelio olfatorio de la región respiratoria está formado por células receptoras olfativas, células de sostén y células basales. Contiene cilios pero carece de células caliciformes.