10.2 : Mecanismo de las arritmias cardíacas

Las arritmias son ritmos cardíacos irregulares que ocurren cuando los impulsos eléctricos del corazón se vuelven anormales. Estas alteraciones pueden provocar diversos síntomas, según su gravedad y la causa subyacente. Algunos factores comunes que contribuyen a las arritmias incluyen hipoxia, isquemia, desequilibrios electrolíticos, exposición excesiva a catecolaminas, toxicidad de fármacos y estiramiento excesivo de los músculos. Las arritmias se pueden clasificar en dos tipos principales según la frecuencia y el lugar de origen de los ritmos cardíacos anormales. Las bradiarritmias, caracterizadas por una frecuencia cardíaca lenta típicamente inferior a 60 latidos por minuto, a menudo son el resultado de una disfunción en el nódulo sinoauricular (SA) o auriculoventricular (AV). Estos nodos son esenciales para iniciar y coordinar la actividad eléctrica del corazón. Por otro lado, las taquiarritmias se caracterizan por una frecuencia cardíaca rápida superior a 100 latidos por minuto. Pueden originarse en las aurículas o en los ventrículos del corazón. Dos tipos principales de mecanismos anormales de formación de impulsos pueden provocar arritmias: la actividad del marcapasos ectópico y los circuitos reentrantes.

La actividad del marcapasos ectópico ocurre cuando un área del corazón fuera de los sitios habituales del marcapasos (nódulo SA y nódulo AV) genera impulsos eléctricos anormales. Esto puede alterar la secuencia típica de activación eléctrica y provocar arritmias. Los circuitos reentrantes, por otro lado, implican el movimiento circular de impulsos eléctricos dentro del corazón debido a vías de conducción anormales o áreas con propiedades de conducción variables. Esto puede dar lugar a un circuito autosostenido de actividad eléctrica, lo que hace que el corazón lata anormalmente rápido o de forma irregular. El diagnóstico de arritmias suele implicar un electrocardiograma, que registra la actividad eléctrica del corazón. Las herramientas de diagnóstico adicionales pueden incluir monitorización Holter, registradores de eventos y estudios de electrofisiología. Las opciones de tratamiento para las arritmias dependen del tipo, la gravedad y la causa subyacente. Algunos tratamientos comunes incluyen medicamentos que regulan el ritmo cardíaco, cardioversión eléctrica, dispositivos implantables como marcapasos o desfibriladores y, en algunos casos, intervenciones quirúrgicas.